jueves, 15 de julio de 2010

La moneda sagrada parte II


Y aquel dia que caminaste por ese callejon oscuro, en esa noche fria bajo la lluvia, en el final de toda la tragedia pura de tu corazon.

Aquel día mirando sin mirar, a lo lejos, su brillo consumio tu imaginación, su silencio ensordecio todos tus sueños, su pureza limpio toda tu alma.

Aquel dia le viste sonriendo en el suelo y brillando le encontraste, temiste por su belleza y lo frágil que sabías tu alma se volvería al tomarla en tus manos humedas y sucias temerosas de corremperle con tus pecados.

Aquella moneda a lo lejos en ese lugar donde solo hay mugre en el suelo, su resplandor es la mas grande ironia en aquel pequeño espacio.

Al verle miraras hacia tu alrededor tratando de obviar la presencia maldita que te rodea, te preguntaras si aun te pertenece, agradecerás al cielo por habertela guardado, soñaras con ángeles danzando sobre tu casa donde aquella moneda dará vida a tu hogar.


Aquel instante de duda previo al error, si considerases todo cuanto ha sucedido quizas puedas olvidar que importa si quiera todo lo que haces, o lo que sueñas o a lo que te aferras por necesidad, por deseo o por crueldad.


Aquel silencio terrible, y la tristeza de saber cuán oscuro queda un lugar donde hubo mucha luz desperdiciada, ignorada, abandonada, una sonrisa totalmente falsa, una mirada oscura aunque no puedas notarlo sin mirarla, y sabiendo que no lo harás por miedo o por necedad.


Aquel instante en que inocentemente has de doblar tus lindas rondillas, un poco maltratadas recuerda en silencio, ya no es la misma moneda, su brillo preservado por la ironia de lo terrible y profano, la absoluta ignorancia que tienes de quien escribe y el camino que no guia a ningún lugar, pues todas las formas, todas las mentiras las has cargado sobre su brillo, como una dulce marioneta del destino, como un arrogante naúfrago de las tinieblas, como ese suspiro de aquel gran rey.


Y ahora, no en aquel dia de inocencia en el q por primera vez te fue mostrada la vengamza de la sabiduria y el enojo del amor, ahora, hoy en la mirada absurda de la noche, al recoger tu moneda del suelo comprenderas lo q has perdido y lo dificil que será recuperarlo.

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